La construcción de imaginarios sociales y urbanos generados a través de la producción visual de este periodo permite ver un contrapunto entre los campos de la publicidad, el diseño y el arte. Si bien la matriz fotográfica fue un punto de partida común para estas prácticas visuales, sus resultados semánticos no fueron necesariamente afines o semejantes, ya que muchos artistas optaron por abordar asuntos o temas relacionados con su propia vida y cotidianidad, tales como el erotismo, la vida de personajes marginales, cambios en los usos de la arquitectura tradicional o moderna, escenas del mundo suburbano, temas que en conjunto dan cuenta de una diferente experiencia urbana caracterizada por el amplio crecimiento de las ciudades y una desmedida explosión demográfica.
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